Desde que el ser humano fue capaz de pensar, en su mente existía la idea de que la vida, el universo y el todo, giraba enteramente en un ciclo, fuerzas opuestas que se obligan mutuamente a moverse en armonía. La luz y la oscuridad, el bien y el mal, el ying y el yang giran danzando eternamente. No pienso que estén equivocados.
La luz nació primero, apareciendo en la nada, vago durante millones de años en si misma esperando encontrar a otro para no estar en soledad, su poder y conocimiento trascendieron tanto que de su propia esencia creo un igual, la oscuridad. Las fuerzas eran iguales y a la vez opuestas, se creó el equilibrio.
La luz era sabia y poderosa, pero carecía de cuerpo, la oscuridad podía transmutar, poseía un cuerpo, pero no era tan poderosa como lo era su compañera, era obstinada y comenzó a chocar constantemente con la luz, este conflicto tuvo un efecto en el espacio que ocupaban, en el todo, la materia se creó y comenzó a tomar forma, de pronto la masa exploto recorriendo todo el universo que ocupaba la dimensión del plano medio. Cuando esto sucedió los ángeles nacieron eran pensantes como lo era la luz y poseían un cuerpo eterno como lo poseía la oscuridad.
Al inicio los ángeles se mantuvieron al margen del ciclo de la energía que seguía girando pues no lo conocían, pero al no tener una razón de existir comenzaron a vagar destruyendo todo a su paso atacándose mutuamente, poco a poco fueron formando parte del ciclo sin darse cuenta. El conflicto entre ellos era imposible de detener, se hacían cada vez más poderoso, los ángeles que tenían su naturaleza en la luz dominaron los elementos que eran creados, los ángeles de la oscuridad de hacían más veloces, fuertes y hábiles. capaces de destruir estrellas por capricho. Pero hubo un tercer grupo que se mantuvo fuera del conflicto, dominaban los sellos que liberaban el poder de la energía misma, transmutaciones y portales, dedicaron cada momento de su existencia a pensar y reflexionar sobre el todo, hasta el día en que se dieron cuenta que la luz poseía voz y era aún más sabia que todos ellos, sin pensarlo se unieron a la guerra para intentar decirle a sus hermanos que la luz y la oscuridad tenían un conflicto mucho más antiguo, pero gracias a ese ciclo todo se había creado, mientras la pelea de los ángeles era para nada.
Los tiempos de paz llegaron a los ángeles, encontraron el orden perfecto en la jerarquía de tronos, querubines, arcángeles y ángeles, comprendieron el principio fundamental del mundo que los rodeaba, el equilibrio es la máxima creación de su Dios, pues de él se creó todo en cadena. Esa paz perduro mucho tiempo, tanto que los ángeles inmortales habían olvidado que había sucedido en algún momento.
pero la guerra estaba asechando desde la más alta jerarquía, los tronos comenzaron a conspirar, los ángeles más poderosos deseaban a un Dios tangible, un Dios que pudiesen derrocar tarde o temprano sin ayuda de nadie. Pero por el momento necesitarían de la oscuridad para eliminar a un Dios que para ellos dejo de ser real.
Una vez más los ángeles se enfrentaban a sí mismos, y tras una sangrienta batalla, los insubordinados fueron sentenciados a habitar una dimensión diferente, un plano ubicado en la parte inferior del todo. Pero el mundo que una vez habitaron los ángeles debía ser abandonado, el ciclo de la energía había tomado un rumbo extraño a todo, así como aparecieron seres de la energía esparcida por el universo, en este mundo apareció vida similar a los ángeles, pero con un periodo de vida tan corto que decidieron marcharse y no afectarla. Los ángeles que dominaban el los sellos crearon en conjunto un plano más, uno superior al del mundo medio donde habitaban y se marcharon para que la vida siguiera.
Pero algo extraño sucedió, algo que no esperábamos, tras miles de millones de años aparecieron seres similares a nosotros, capaces de crear, pensar, comunicarse, incluso aprender. Tal parece que en el ciclo eterno de la ambivalencia cuando un ángel muere debe renacer y regresar al plano medio. Por alguna razón esta nuevas criaturas tienen nuestro aspecto, todo parece indicar que en algún momento cometerán nuestros errores, la guerra reapareció, en esta ocasión lejos de los ángeles.
Algunos intervenían en ocasiones en el mundo humano, también lo hacían los traidores que lograban salir por las puertas posteriores, pues la principal era vigilada por el Arcángel más oscuro, pero aun así, fiel a Dios. Pero no era sencillo, después de todo, tres de los seis tronos estaban en el tercer plano y al igual que los ángeles crearon su jerarquía, con la oscuridad como líder.
Nuevamente el tiempo transcurrió sin dejar rastro del pasado, del tiempo en que los ángeles enseñaron a los hombres. ahora los humanos que habían sido dotados por el destino con la misma inteligencia de los ángeles, llevaron la misma decisión errada más allá de los límites de los ángeles, el hombre perfecciono el arte de la guerra y se atacó a sí mismo. Cuando su guerra se había vuelto tan violenta que estuvo a punto de destruir su propio mundo por la soberbia y avaricia, en ese momento, los antiguos ángeles desterrados, denominados demonios escaparon. Y todo comenzó nuevamente.
Los ángeles nuevamente se enfrentan a los demonios pero estos tienen una inigualable ayuda, las almas pecadoras que habían quedado atrapadas en el corredor del inframundo para llegar al plano superior, habían sido esclavizadas y ahora formaban parte de ejercito de la oscuridad, almas corrompidas que poseían habilidades sobre humanas, algunos tan poderosos como los ángeles contra la lastimada voluntad humana. Tras quinientos años de guerra, los demonios lograron lo que no habían podido en millones de años, acabar con los ángeles, nuevamente el ciclo cambio el entorno de nuestra batalla.
Es cierto que los humanos quedaron solos en esta ocasión, pero nos mostraron que son capaces de cambiarlo todo con la voluntad y la fe, cosas que los ángeles habíamos olvidado. Ellos aprendieron todo lo que los ángeles pudieron enseñarles y subestimarlos es un error que llevara a las tropas del señor de la oscuridad nuevamente a su mundo de tinieblas. Los Ángeles se sacrificaron, sí, pero Uriel el arcángel más sabio logro crear una espada que concentra el poder de la luz, nadie sabe cómo obtenerla o donde se encuentra. Pero sin duda, si algo quedo indiscutible de las enseñanzas de los ángeles a los hombres es jamás dar nada por hecho, el equilibrio es un flujo de energía que solo la luz y la oscuridad comprenden y es impredecible incluso para mí, yo soy el último ángel… Soy Azrael y estoy en busca de La espada de la luz.